¿Qué es mejor?, lo natural o lo químico. La dificultad estriba en que ambas posturas ofrecen excelentes propuestas de sanación para las diversas dolencias existentes. De esa manera es necesario partir del conocimiento de las características de cada una y los efectos de su aplicación.

En primer lugar, la revolucionaria medicina “química” es la que se sustenta a través de investigaciones y experimentos científicos para tratar determinado problema objetivamente e inducir un alivio casi al instante o en un corto periodo de tiempo. Al contrario, la medicina natural o tradicional, utilizada mucho antes de que apareciera la ciencia, se vale fundamentalmente de elementos orgánicos como plantas, raíces etc., de las cuales se preparan brebajes, pastillas, lociones y una amplia diversidad de productos para curar distintas enfermedades su función principal dar solución al problema o curar determinada enfermedad.

La Naturaleza nos aporta cantidad de productos que nos ayudan a combatir el problema, sin perjudicar nuestro organismo. Lo único que se le podría considerar en contra es la lentitud de su efecto en la persona; quizás no sea tan rápida y eficaz al instante, pero es más saludable que la medicina química. Pues en ésta los productos químicos usados curan una dolencia, pero perjudican otros órganos sensibles de nuestro cuerpo, de ahí que su uso prolongado no es muy recomendable.

Por otro lado, y a pesar de que muchos enfermedades se pudieren tratar con algún remedio natural, hasta hoy día la medicina convencional o química ha sido la respuesta de muchísimos problemas de salud. Mucha gente asiste al médico y no da una oportunidad a los remedios naturales, porque argumentan entre otras que su curación es muy lenta y necesita del refuerzo de la medicina convencional. Pongamos por caso que a una persona le duele la cabeza, ¿sería mejor darse un masaje en las sienes y ponerse una bolsa de hielo en su cabeza? o ¿sería preferible ir a la farmacia y comprar una aspirina?